samedi 6 septembre 2008

Causalidades

Las consecuencias de nuestros actos pasados siempre acaban por atraparnos, es lo que los físicos denominan la ley de la causalidad. Este parece ser, sin duda, el principio que rige la confrontación en Georgia, antigua república de la Rusia comunista y reciente democracia de aquella convulsionada parte que se ha dado en llamar Europa del Este, aunque no se sabe muy bien donde termina el Este. Para algunos, la linea divisoria esta justo antes de llegar a Moscu, por lo menos así lo ratificaron Napoleón y Hitler. Y es precisamente en esa franja indeterminada, le “no mans land” de la segunda guerra mundial, donde comenzaron una gran parte de los problemas recientes de esta parte del mundo.

Verdadera paradoja, que la gran república de Putin, bombardeé la que fuera patria chica del gran timonel, Stalin. Por que justamente fue él, quien firmando la paz de los aliados en Yalta, junto a Roosevelt y Churchill, consolidaría el control ruso de esa parte del mundo y dejaría a los aliados la repartición de los países árabes, como por ejemplo, de los territorios de la Palestina, que serian en definitiva donde se asentaría el estado de Israel y donde se perpetuaría, hasta hoy, otro conflicto que a falta de ser casual es causal. La ley de la causalidad y la política no son un juego de dados. Pero, estamos descubriendo que el agua moja y a veces, mucho.

Una ultima constatación: una reciente publicidad de una marca de maletines bastante aristócrata, mostraba la imagen de aquel icono que precipito la caída del imperio con pies de arcilla: Mikhail Gorbachev*, la mirada perdida en el muro berlines, testigo del ascenso y la caída. Tal vez el efecto perseguido no fue el logrado, pero hay algo que molesta al hombre político, tal vez sus propios fantasmas aun lo persiguen. Causalidad.... casualidad? Los recientes sucesos, así parecen confirmarlo.



*Ver la foto y un interesante articulo en http://www.nytimes.com/2007/11/05/business/media/05vuitton.html